Yo juro que te creía, te amaba y te respetaba. Mi vida siempre miraba a la tuya. Tu mentira le ganó a mi verdad, el tiempo se robó el amor y el respeto se cayó con la última lágrima. Mi vida, por suerte, ya es otra. Pero ojo Señorita, que aunque tenga miedo por las noches, mis ojos ya no son los mismos. Mi geografías han cambiado.
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