...en la esencia de las almas, en la ausencia del dolor...
18 de abril de 2014
10 de abril de 2014
Estoy preso en un doble discurso del que no puedo salir. por un lado, me digo: ¿y si el otro, por alguna disposición de su estructura, tenía necesidad de mi insistencia? ¿No estaría justificado, entonces, que me abandonara mi libertad de expresión, al decir lírico de mi "pasión"? ¿El exceso, la locura, no son mi verdad, mi fuerza? ¿Y si esta verdad, esta fuerza, terminaran por impresionar?
Pero, por otro lado, me digo: las señales de esta pasión amenazan con asfixiar al otro. ¿No es preciso ahora, justamente porque lo amo, ocultarle cuánto lo amo? Veo al otro con una doble mirada: a veces lo veo como objeto, a veces como sujeto; vacilo entre la tiranía y la oblación. Me aprisiono a mí mismo en un chantaje: si amo al otro, estoy obligado a querer su bien; pero no puedo entonces más que hacerme mal: trampa: estoy condenado a ser un santo o una monstruo: santo no puedo, monstruo no quiero: por consiguiente, tergiverso: muestro un poco de mi pasión.
Roland Barthes
16 de marzo de 2014
19 de febrero de 2014
1 de enero de 2014
Me
llevo un libro lleno de sueños, noches, amigos y un año que dejaste aquí. Me
llevo los dos últimos meses, que fueron marcados a fuego. Me llevo un abrazo
tuyo (mi eterno refugio) hasta febrero, una memoria viva y un camino fresco.
Me
llevo la emoción de cada día, recordando tus enseñanzas, oliendo la infancia y
besando tus palabras. Me llevo las ganas de vivir, porque eso soy hoy. Esperándote hasta que se haga agosto.
También
llevo una plaza bañada de soledad y urgencia, caminando sus tierras, su noche y
futuro. Me llevo mi lágrima de asombro y tu risa de esperanza. Alzo la bandera
que me diste.
Me llevo ese momento en que soplé y te vi y ese fue el día en que
empezó la suerte. Me llevo el gusto del vino en la boca. (Por todas las cosas
buenas decíamos, todas las cosas cada vez mejores que nos van a pasar). Me
llevo la noche que me acercaste la certeza de ese mundo que es posible.
No me llevo ni una sola gota de veneno.
Me llevo los besos cuando te ibas (no estaba nunca distraída, nunca). Y un asombro por todo esto que
ninguna carta, ninguna explicación, puede decir a nadie lo que ha sido.
8 de diciembre de 2013
"El oficio de la palabra,
más allá de la pequeña miseria
y la pequeña ternura de designar esto o aquello,
es un acto de amor: crear presencia.
El oficio de la palabra
es la posibilidad de que el mundo diga al mundo,
la posibilidad de que el mundo diga al hombre.
La palabra: ese cuerpo hacia todo.
La palabra: esos ojos abiertos."
Estaba sentada terminando de armar el libro, y, como todo libro, me costó armar ese mundo de ideas. Viene Felipe y me da, como todos, su dedicatoria y sale al recreo. A la noche la leo... salió la Luna.
30 de noviembre de 2013
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