Yo conozco la salvación de este mundo.Yo descifré la ecuación, yo abracé a la vida.Yo vivo con la esperanza, yo sé como se llaman.
Todas las noches me acuerdo de ellas, veo como navega Antonella en sus sueños y puedo oler los escritos de Sofía. Hace tiempo me pregunto que andarán haciendo ahora... cómo las trató este enero distinto, si hubo más llanto que risa o, si es mejor, lloraron de felicidad. Me pregunto si piensan tanto en mí como yo en ellas, si están más grandes o más viejas.
Todas las noches me acuerdo de ellas, veo como navega Antonella en sus sueños y puedo oler los escritos de Sofía. Hace tiempo me pregunto que andarán haciendo ahora... cómo las trató este enero distinto, si hubo más llanto que risa o, si es mejor, lloraron de felicidad. Me pregunto si piensan tanto en mí como yo en ellas, si están más grandes o más viejas.
Quiero tocarlas, abrazarlas, besarlas como si fuese el fin del mundo. Me pregunto si mi amor les llegará en forma de viento, si habrán que soy yo. Me gustaría llamarlas y pasarles la dirección de casa, que la vean, que la disfruten como lo estamos haciendo ahora. Que pasen sin tocar la puerta, que entren por la ventana, que levanten el cielo, que corran las estrellas, que rompan las montañas, que conozcan a ésta familia, que la cena ya está lista, que el vino está servido, que vengan a bailar conmigo.
Agustín cree que estoy leyendo un cuento pero no tengo un libro, Agostina asegura que habla el corazón pero primero está mi boca, Juan llora y yo rio.
Y me digo otra vez lo mismo, se vuelven en lo que son... en el sinfín de palabras, en mi mejor baile, en mi tranquilo cuento, en el viento fresco que me abraza recordándome que se transforman siempre, en mis noches.
noche del 21 de enero del 2013
como siempre... hablando de ellas
como siempre... hablando de ellas
Sorata- Bolivia
amores como el nuestro quedan ya muy pocos...
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