en plena luz

20 de mayo de 2012

Loma Alegre


El día se dividió en tres partes. La emoción nos convierte en otros habitando nuestro cuerpo. Miramos cómo la ciudad, cayendo la tarde, se convierte en un enjambre de luciérnagas y todo se empequeñece. Y como una voz lejana nos pregunta qué sería de nosotros si nuestra vida tuviera que ser la de allí. La línea del tiempo que se vuelve un fugaz recuerdo, donde enterramos aquello que fuimos, el sueño que nos visita mientras dormitamos en camas distintas. Y nos quedamos en silencio, ¿cómo podemos ser tan diferentes y sentirnos iguales?
Miriam, confesó que lejos de su madre no es la misma, que le gana la soledad y que sin ella, se siente perdida, y entonces, lloró. Como aquella niña que cruzó ilegal la frontera.  
Y mientras sobrevuelo con la mirada, mientras el mundo se pinta de gris y algunos se enamoran, mientras el mundo parece ser una lluvia y uno, a ratos, es feliz, pienso, mirando el nublado cielo que ilumina la ventana: cuanta vida hay aquí.
Regreso de noche a casa, abro la puerta y mamá me recibe con un fuerte abrazo y Anchu con unos mates calientes, pienso y siento: soy afortunada.

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